RESPUESTA A LAS DECLARACIONES REALIZADAS POR
EL PRESIDENTE DE LA MANCOMUNIDAD DE ENIRIO-ARALAR,
JOSE MIGUEL SANTAMARIA
Santamaría afirmaba que “los únicos que pueden conservar
las joyas de Aralar son la ganadería y el pastoreo”, pero queremos recordarle
que Aralar tiene muchas joyas: bosques, arroyos, roquedos, un sistema kárstico
que asegura el abastecimiento anual de agua, y otros tantos elementos de
interés. Considerar que las únicas joyas que tiene Aralar son los pastos de
montaña es totalmente simplista e interesado. Por supuesto que los pastizales
montanos son hábitats de interés, y que estos se mantienen gracias al ganado,
pero de ahí a que los únicos conservadores de las riquezas de Aralar son los ganaderos
hay un trecho. En Aralar existen además hábitats, especies y elementos
patrimoniales cuya conservación no está condicionada a la ganadería.
Además declaraba que «la razón y el objetivo
principal para mejorar el estado de las pistas de Aralar es mejorar la vida y
las condiciones de trabajo de los pastores», y que “todas las acciones del Plan
de Gestión están dirigidas a cuidar la naturaleza y fortalecer el sector”, estos
son sus objetivos, pero, ¿desde cuándo la construcción de nuevas pistas que
deterioran totalmente el suelo de pastizales, de obligada conservación para la
Comunidad Europea, protegidos por las leyes de ordenación de Aralar, es
conservar la naturaleza?
Hay que subrayar que en Aralar se están construyendo
nuevas pistas, no mejorando pistas existentes. Este argumento lo están
utilizando de manera interesada la Diputación y la Mancomunidad de Enirio
Aralar para eludir los límites legales. Los fines no justifican los medios:
ayudar a los pastores es un objetivo que todos y todas compartimos, pero para conseguirlo no podemos
quebrar las leyes del Parque Natural, como han hecho la Diputación y la
Mancomunidad.
A pesar de que Santamaría afirme que la pista se construyó «cumpliendo
todos los procedimientos legales desde el punto de vista ambiental y
administrativo», lo cierto es que se hizo en un Monte Protector, en el que está
prohibido realizar movimientos de tierra. Los proyectos de construcción de
nuevas pistas en Aralar, apestan a ilegalidad, y ese mal olor, más allá de
hacerlo llegar a la fiscalía, ha atravesado la puerta del Juzgado de Tolosa. Si
la fiscalía ambiental ha trasladado el caso al Juzgado de Tolosa, es señal de
que efectivamente ha encontrado señales de posible incumplimiento legal. Ahora
el Juzgado de Tolosa debe investigar si existe o no delito. Que las decisiones
de la directora general de Montes de Diputación y del presidente de la
Mancomunidad de Enirio Aralar, se encuentren bajo sospecha, y por lo tanto
pongan en duda el prestigio que corresponde a las instituciones que ellos
representan, ¿no les da qué pensar? ¿Creen que se merecen ocupar los cargos que
les han sido otorgados?
Por si eso fuera poco, añadió en su artículo “Y así vamos
a
continuar”; como dice el antiguo dicho “es humano errar una vez, pero
mantener el error es perverso”.
Han pasado veinte años desde que Aralar se declarara
Parque Natural, y durante todos estos años los responsables políticos de la Diputación
y la Mancomunidad no han permitido construir estas pistas porque existían
impedimentos legales. Sin embargo, los responsables actuales la incumplen de
manera irresponsable e inaceptable. Al parecer piensan que son más listos que
los que les precedieron; pero ¿qué se creen? Si fuera tan fácil hacer las
pistas ¿no creen que para ahora ya estarían construidas?
La directora general de Montes de Diputación y el
presidente de la Mancomunidad de Enirio Aralar están utilizando el poder social
que les otorga su cargo político, no para responder a los intereses de toda la
comunidad a la que afecta la ley de Ordenación de los Recursos Naturales de
Aralar y a la que pertenece este patrimonio público, sino tan solo a los
intereses de ganaderos y pastores, mostrando claramente falta de sentido común.
Landarlan Ingurumen
Elkartea